lunes, 10 de octubre de 2011

El barco, segunda temporada


Esa serie real, real, real… bueno 4 veces real, cómo la vida misma, que nos entretiene la noche de los jueves.
Viene con personajes nuevos, pero ¿Esto cómo se hace si se ha acabado el mundo, y nosotros hemos sobrevivido por cuestiones del azar, el magnetismo de la tierra y la envoltura en una aurora boreal en el puerto de Valencia? Pues muy fácil, náufragos. Náufragos, que naufragaron hace 2 meses que van en una balsa sin comida y aún tienen fuerzas para discutir y alegar el porqué deben subir al barco.

Dos meses, un naufragio y ni una mancha en la camisa....

¿Cómo identificar los nuevos personajes? Es muy fácil, sabremos que el nuevo personaje, en este caso Lucía (que cómo todo el mundo sabe no estaba muerta, era todo un sueño de Resines), es malo cuando mira intensamente al infinito y frunce el ceño, preferiblemente vestirá de negro, pero jugaran al despiste al incorporarse en el primer capítulo vestida de novia.

Soy muy mala y vengo de clarito para despistar.

Esta nueva temporada viene con sorpresas, se acaba la comida, bueno no pasa nada, casuísticamente aparecen 50 cajas comida, a la deriva, todas con productos frescos y un montón de coca-cola, por si las carencias de glucosa.

Que tenemos una plaga de crisálidas, no pasa nada! Fumigamos con vinagre, que todos sabemos que lo primero que se carga en un barco es vinagre y, muy importante, pistolas de fumigar guisantes, que nunca sabes cuándo te va salir una plaga de pulgón en tu huerto de la bodega del barco!

Además tenemos nuevas aventuras para Mario, nuestro Mario, que al menos hasta ahora lleva camiseta, pero nos brindan la oportunidad de verlo paseándose con pijama de hospital y gotero. Qué barco zarpa sin una buena colección de pijamas de hospital, por si los ingresos inesperados y las desapariciones del mundo.

Más blanco no se puede lavar.

Y otra cosa que me inquieta.. ¿Cuánto Ariel cargaron en ese barco antes de zarpar? Y ¿Cuántas lavadoras pone la pobre Salomé, en los descansos de hacer la comida para toda la tripulación? ¿La lavandería donde está? ¿Al lado del laboratorio?

En fin, que a mí me fascina cada vez más cada capítulo y me gustaría vivir en ese barco de proporciones gigantescas, estancias cómodas y existencias ilimitadas!