lunes, 1 de agosto de 2011

EL DOMINGO COMEMOS CON LA FAMILIA

Análisis de esas comidas maravillosas de domingo, con toda la familia al completo, que inevitablemente, caen en día de resaca.

Estos días comienzan, en realidad por la noche, en el momento de acostarte, sopesando ante el espejo, por el grado de borrachera, cuál será el estado en el que te encontrarás al día siguiente.

Sopesando pros y contras, decides, recenar, tomar un ibuprofeno y beberte un litro de agua. Posteriormente te acostarás e irremediablemente, ante el mareo, tendrás que sacar el pie a modo de toma de tierra, lo que comúnmente conocemos como “el efecto ancla”.

Mañana estoy yo perfecto, para comer con quién haga falta.


En este estado es cuando programaremos el despertador del móvil para no llegar tarde a la comida. El despertador, siempre se programa mal, de tal forma que te sonará o dos horas después de acostarte, con lo que lo apagarás a manotazos y te quedarás dormido o, en su defecto, después de la hora de la comida, con lo cual te quedarás dormido también.

En ese momento entra en juego tu madre, a grito pelao y persiana levantada en tu habitación. Entonces te das cuenta de que el vínculo con ella no era tan grande como pensabas… ¿Madre no hay más que una? Pues qué bien, a mi me ha tocado la más luminosa y ruidosa de la tienda.

Llegamos a la comida, ronda de besos por inercia completa, si la comida es en algún restaurante, corres el riesgo de besar al camarero y crear una situación conflictiva o encontrar el amor de tu vida, nunca se sabe.
Una vez sentados nos tendremos que enfrentar al interrogatorio: En este caso, uno de los familiares, preferiblemente hembra, que supere los 50, te bombardeará con preguntas estándar ¿Qué te pasa? ¿Qué mala cara traes? ¿Saliste ayer? ¿No te echas novio aún? Mira que se te pasa el arroz, ¿Pero eso que estudias tú para qué sirve?

Pero bueno, ¿pero qué cara traes?

-Perdón voy al baño.- Es la única manera de salir airoso de este momento.

De vuelta tendrás que decidir el menú, para tan marcado día, y sobre todo para tan marcado estómago. Os recomiendo la paella o ensaladilla rusa, ya que sus múltiples elementos te proporcionan el material necesario para hacer composiciones artísticas en el plato.

Una vez la familia termina de comer, si los dos besos del principio de la comida, surgieron sus frutos, el camarero se preocupará por el estado de tu “arte”. –Mmm, no has comido nada, ¿no estaba bien? (atención familiar a la respuesta) – Es que no tengo mucho hambre hoy, pero estaba muy bueno…(mirada asesina de la Abuela)

Abuela preocupada por tu estado nutricional


La Abuela es ese ser humano para el que tu peso nunca será el adecuado, te recibirá en la reunión con un niña, estás muy delgada, no comes nada à con lo cual las preguntas del camarero le llegarán al alma. O un:  niña, que gorda te estás poniendo ¿Qué comes? à Con lo cual las preguntas del camarero le llegaran al alma.

Después del postre y con energía contestaremos al camarero simpático que NO queremos café, con una esperanza en el interior de que el resto de la familia tome la misma decisión y terminar con la agonía. Pero no, siempre habrá algún miembro, preferiblemente masculino, que necesite tomar café, chupito y faria, porque si no, no hace bien la digestión… Que te dan ganas de decirle, mira! Ya estoy haciendo la digestión yo por todos! VÁMONOS!

Plataforma a favor de relaciones virtuales con la familia!xD

2 comentarios:

  1. jajaj. Tal cual XD
    Popi

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  2. nunca superable con el llegar a la cena de ncohebuena en familia uno mismo y dos de sus primos como una cuba y que justo llegue mi hermana y mi tia tambien azufradas... Cuando la mayoria de la mesa esta borracha, los sobrios son los que se sienten incomodos xDD

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