Los Canis: Especie protegida, minoría étnica:

La reflexión del día tiene como objetivo conocer un poco mejor a ese grupo urbano incomprendido, transgresor, literato y profundo (lo que más tienen es profundidad, por lo menos en el maletero): los Canis.

Los podremos reconocer y clasificarlos taxonómicamente por unos rasgos marcados y característicos, que serán distintos en caso de que nos encontremos ante un macho o una hembra de la especie.

El macho:

El macho se caracteriza, en primer lugar, por el exquisito peinado, que puede ir desde un simple, pero elegante, “cenicero” hasta elaborados rapados con distintos elementos decorativos. En cuanto al atrezzo, lo distinguiremos fácilmente de otras especies comunes por las cadenas, pendientes y anillos, lo que ellos dentro de su jerga popular denominan “los oros”.

Si los empiezas a acumular desde la comunión el proceso es mucho más fácil.

Durante el día laboral (laboral para el resto de las especies, ya que el cani ni estudia ni trabaja ni piensa hacerlo, perdón… ni piensa) lo veremos luciendo una amplia colección de ropa deportiva, véase chándal adidas (en el caso de que sea robado) o adias (en el caso de que el cani sea honrado). En cuanto al calzado, imprescindible el calcetín blanco, que se intuya, pero que no se vea (sino es vulgar) y las “bambas” o “zapatillas to wapas de marca”.

Subespecie que intenta pasar desapercibida comprando el ambiente con dinero.

El macho nunca va a pie, a no ser que el aparcamiento no pille cerca de su hábitat natural o que no pueda aparcar en la rotonda más cercana, en cuyo caso podremos tener el privilegio de contemplar al ejemplar en libertad. Lo normal actualmente es que se críen en cautividad dentro de un coche tunning apropiado.

Para que el vehículo sea apropiado para la cría y sobre todo, para la reproducción de la especie, es importante que los bajos rocen la carretera, y llevar luces de neón por debajo. Las luces de neón son vitales, ya que el cani tiende a tener accidentes en carretera (accidentes fortuítos y de los que no tienen la culpa, porque son tanto daltónicos como disléxicos, con lo que no reconocerán correctamente, letras, números y colores). Lo que en principio parece un elemento decorativo de muy buen gusto, en caso de accidente se convierte en un dispositivo de localización visual. Tenemos que tener en cuenta que esta especie tiene su pico de actividad biológica durante la noche.

Existen sistemas de localización integrados mucho más sofisticados, como es este caso

Sistema estándard de localización visual

Además es muy importante que el coche suene preferentemente a camela, y en el caso de tener que hacer una parada momentánea, el macho bajará la ventanilla, sacará el codo, moverá la cabeza hacia los lados, a la vez que cantará la canción. Si detecta una hembra en su radio de alcance subirá la música y comenzará el cortejo, con frases que alcancen los decibelios apropiados para superar el hilo musical. Frases siempre elaboradas y cuidadas del tipo “morenaaa, tienes unos ojos que te voy a comer tol co..”

La hembra:

La hembra cani también responde a otros apodos cariñosos como Yenis o Chonis. Normalmente sus nombres comunes empiezan siempre por “la”: La Jessi, La Yenni, la Vane. Su dieta básica es el chicle, que enseña a otros miembros de la especie como parte de su comunicación corporal.

Alicatado, recogida de escombros y mano de obra: 3000 €

Se caracterizan porque aproximadamente 1/3 de su peso corresponde a “los oros” y otro 1/3 a elementos decorativos como línea para los ojos, rimmel, base de maquillaje (creo que en este caso sería más correcto llamarlo superficie de maquillaje).

Muy importante el color del pelo, que en ningún caso coincidirá con el real y que en el caso de que sea rubio pertenecerá a la gama de los blancos, (más blanco cuanto más nos acercamos a las puntas), y en caso de que opten por el moreno pertenecerá a la gama de los negros/azules/morados. La largura variará entre el metro y medio y los dos kilómetros.

Ilustración que recoge tanto la dieta, como el peinado característico así como los elementos decorativos de un ejemplar típico.

En cuanto a la indumentaria la hembra cani juega con la combinación exquisita de los colores (combinación que también forma parte del ritual de apareamiento). Una regla básica de comportamiento es que el rosa “fosfi” se combina con pantalones blancos, en el caso de que sea Sábado, el piercing del sobrelabio también será blanco y los elementos decorativos pasarán a pesar ½ del peso total del ejemplar.

En próximas reflexiones os ampliaré datos sobre el hábitat en el que podemos encontrarlos, así como el ritual de apareamiento completo y la forma de relacionarse en grupo y con el medio. Sin olvidarnos de la especie con la que se relacionan simbióticamente: los perros de presa.

Plataforma a favor de la conservación de la especie.